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¿Cómo mantener una postura corporal correcta?

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LA HIGIENE POSTURAL EN NUESTRO DÍA A DÍA

Lejos de lo que se pueda pensar, las principales molestias y lesiones que sufrimos a menudo son ocasionadas por las malas posturas y movimientos que repetimos a diario. Tanto al realizar las tareas domésticas como en nuestro lugar de trabajo, podemos mantener durante un tiempo prolongado posturas que nos puedan generan dolencias. Como es habitual, la zona principal que se suele ver afectada es la espalda. Por ello es importante prestar atención a nuestro cuerpo y tener en cuenta algunas pautas que nos pueden ser de mucha utilidad. Aquí os dejamos algunas de ellas.

Posición en Decúbito (Tumbados)

¿Alguna vez te has levantado de la cama peor de lo que te has acostado? Esto se puede deber tanto al estado de nuestro colchón y somier como a la postura que adoptemos al dormir. Por lo tanto, en primer lugar deberemos observar si nuestro lugar de descanso tiene unas condiciones adecuadas.

Los colchones y somieres muy blandos no son buenos, ya que harán que la espalda se nos quede curvada en una posición incorrecta. El colchón debe ser fuerte pero elástico y el somier también debe ser resistente y absorber las presiones que se ejerzan. Respecto a la almohada, no debe ser muy dura ni muy blanda, para evitar que su rigidez no se amolde a nuestra anatomía o que, al ser muy blanda, no proporcione el soporte necesario.

Posiciones correctas a la hora de dormir

Boca arriba: para dormir en esta postura debemos cuidar siempre que el cuello esté en prolongación con el tronco, de forma que la columna permanezca alargada. Para ello nuestra almohada debe estar bien colocada debajo del cuello, de manera que nuestra barbilla no se incline hacia el pecho ni hacia arriba. También es recomendable poner un cojín debajo de las rodillas, así la zona lumbar quedará en reposo.

De lado: como en la postura anterior, procuraremos que el cuello se mantenga en el mismo eje que nuestro tronco. La mejor posición es la denominada “posición fetal”, en la que tendríamos ambas rodillas flexionadas. Si solo queremos flexionar una, para evitar dormir con el cuerpo rotado, pondremos un cojín bajo la pierna flexionada.

Boca abajo: esta postura es la menos recomendable, ya que aumenta la curvatura lumbar y también obliga a mantener de forma prolongada la rotación de la columna cervical. Si es nuestra postura preferida y no lo podemos evitar, lo ideal es que durmamos sin almohada y colocando, en este caso, el cojín debajo del abdomen para corregir la excesiva curvatura generada.

Cómo acostarnos y levantarnos

Para acostarnos nos sentaremos al borde de la cama y nos inclinaremos de lado, ayudándonos con los brazos, mientras subimos las piernas semiflexionadas por el lateral.

Para levantarnos sería el mismo proceso pero a la inversa: nos pondremos de lado y dejaremos caer las piernas por el costado de la cama mientras nos incorporamos con la ayuda de los brazos.

Posición en Sedestación (Sentados)

Tanto para trabajar como para el descanso, hay que seguir cuidando la postura para evitar lesiones al mantener esta posición. Una postura incorrecta puede generar molestias importantes en la espalda y las articulaciones.

Sedestación en nuestro puesto de trabajo

Si pasamos muchas horas sentados en el trabajo con una postura incorrecta las molestias corporales no tardarán en aparecer. Es fundamental que dispongamos de una buena silla. Debe ser móvil, estable y regulable para poder colocarla de la manera que mejor se amolde a nuestra estatura y posición para trabajar. Para saber si estamos a una altura adecuada, debemos observar que estemos sentados de forma que nuestras rodillas queden flexionadas en ángulo recto. Lo ideal sería disponer también de un reposapiés, con una altura regulable de hasta 15cm y una inclinación de hasta 20º.

El plano del asiento de la silla debe ser ligeramente cóncavo, acolchado y con el borde anterior redondeado, para evitar presiones sobre los vasos y nervios de las piernas. Su respaldo debe ser vertical, de alrededor de 50cm de altura y acolchado en la zona lumbar. Los apoyabrazos deben ser cortos y, si no los tiene, debemos poder apoyar los antebrazos en la mesa. Es recomendable hacer descansos de esta posición periódicamente, levantándonos y caminando un poco. También aconsejamos hacer movimientos de movilización y elongación de columna para evitar saturarla.

Permanecer sentados durante el descanso

También en nuestro hogar es importante disponer de sillas o sillones cómodos y almohadillados para descansar el cuerpo adecuadamente. Para leer, lo ideal sería una inclinación del respaldo de 10 a 15 grados, siendo de 15 a 20 grados para el reposo. Que tenga apoyo para la cabeza y brazos. En el caso de los apoyabrazos es recomendable que no sean muy altos ni muy separados, para evitar molestias en los hombros. Respecto a la posición de las piernas, si las vamos a tener en alto siempre deberemos tener las rodillas semiflexionadas y evitar cruzarlas, ya que a la larga puede generar problemas vasculares.

Sentarnos y levantarnos de la silla

Para sentarnos, nos colocaremos de espaldas a la silla y nos agacharemos flexionando las rodillas, con la espalda recta inclinada hacia delante y la cabeza agachada. Apoyar las manos sobre los muslos durante el proceso puede ayudarnos.

Para levantarnos haremos el proceso inverso, colocando los pies al nivel del borde de la silla o un poco por detrás y ayudándonos con las manos sobre los muslos para levantarnos.

Posición en Bidepestación (De Pie)

Estática

Si vamos a permanecer de pie en la misma posición sin movernos, ya sea realizando tareas en casa o en nuestro puesto de trabajo, es importante tener en cuenta varios aspectos. Primeramente, es importante que la superficie sobre la que vamos a trabajar esté a nuestra altura (como puede ser una mesa o una tabla de planchar). Con ello evitaremos tener que flexionar el tronco hacia delante, en el caso de que sea demasiado baja, o extenderlo en exceso en el caso de que sea demasiado alta.

En el caso de que no sea posible que la superficie se encuentre a nuestra altura, tendremos que flexionar las rodillas en lugar del tronco cuando la superficie sea más baja, o usar una escalera o taburete para elevarnos si está más alta.

Por otra parte, en la bipedestación estática nuestros pies deben estar ligeramente separados para ofrecer un mayor soporte del cuerpo. Si es posible, mantener uno de ellos más elevado (apoyado en un reposapiés, por ejemplo) e ir alternando cada pie.

Como hemos visto en la posición de sedestación, también es aconsejable hacer descansos de forma asidua. Caminando y movilizando el cuerpo para soltar y estirar, sentándonos o buscando un lugar en el que apoyarnos.

Dinámica

En los casos en los que permanezcamos de pie pero en movimiento, seguiremos teniendo en cuenta mantener la espalda recta tanto al desplazarnos como al coger peso. Para saber más sobre la forma adecuada de levantar peso puedes consultar nuestro artículo “Higiene postural para la columna: ¿cuál es la forma más adecuada de levantar peso?”.

Como en la posición estática, en caso de que tengamos que alcanzar o trabajar en zonas altas o bajas, haremos uso de una escalera o flexionaremos las rodillas para evitar flexionar el tronco, respectivamente. Evitaremos los giros bruscos del tronco, acompañando el movimiento siempre con cadera y rodillas.

Ejercicios para prevenir el dolor lumbar

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El dolor lumbar es una dolencia muy generalizada entre la población. En la mayoría de las ocasiones este problema suele aparecer por movimientos bruscos, falta de higiene postural en nuestro día a día o levantar peso de forma inadecuada. Pueden afectar tanto aspectos biológicos como psicológicos y sociales, por lo que es recomendable un diagnóstico multidisciplinar en caso de que las molestias sean frecuentes.

Cuando estamos en la fase aguda y con dolor, es recomendable poner frío en la zona en las primeras 24/36 horas, mantener reposo y tomar algún antiinflamatorio, si es necesario. Pasada esta fase, podremos comenzar a movilizar y ejercitar la zona. Aunque se pueda pensar lo contrario, el sedentarismo solo agudizará este y otros problemas de espalda.

Cada persona es un mundo, por lo que la mejor opción siempre es recurrir a un profesional para que nos dé una valoración, unas pautas y unos ejercicios adecuados a nuestras necesidades.

Aquí te dejamos algunos ejercicios para estirar, fortalecer y practicar la resistencia que te ayudarán a evitar y aliviar los dolores en la zona baja de la espalda.

Ejercicio del “Gato” y la “Vaca”

Para realizar “la Vaca” nos ponemos en cuadrupedia sobre la esterilla, observando que las rodillas estén alineadas con la cadera y las manos en la misma línea que los hombros. Tomando aire por la nariz, arqueamos la columna hacia abajo, extendiendo el cuello y elevando glúteos.

“El Gato” consistiría en el proceso contrario: exhalando suavemente por la boca, arqueamos la columna hacia arriba, dirigiendo la mirada hacia nuestro ombligo y llevando pubis hacia delante.

Cadenas cruzadas en cuadrupedia

En la misma posición de cuadrupedia, tomamos aire y, al exhalar, elevamos el brazo derecho y la pierna izquierda hasta la horizontal, como si nos estirasen de ambas extremidades. Repetir con los miembros contrarios. Si nos cuesta mucho podemos hacerlo con una extremidad por vez.

Ejercicio del Mahometano

De rodillas, flexionamos las caderas hasta sentarnos sobre los talones. Nos deslizamos hacia delante caminando con las manos por la esterilla hasta que el pecho repose sobre nuestras rodillas. Dejando las manos bien alejadas de nosotros, flexionamos cuello, dirigiendo nuestra cabeza hacia el suelo. Respirar profundamente en esta posición para liberar bien la espalda.

Estiramientos de las masas dorso-lumbares

Tumbados bocarriba, con las piernas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas. Acercamos las rodillas juntas hacia nuestro pecho y las sujetamos con ambas manos. Tomamos aire y, al soltarlo, presionamos con nuestras manos para acercar las rodillas a nuestro pecho. Al volver a tomar aire podemos soltar un poquito, para luego volver a presionar con la exhalación.

Higiene postural para la columna: ¿cuál es la forma más adecuada de levantar peso?

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No todos los dolores de espalda vienen dados por lesiones o problemas de columna. En la mayoría de los casos, estas molestias tienen su origen en los movimientos y rutinas que realizamos a diario de forma incorrecta. Uno de los principales generadores de molestias de espalda viene dado por la carga y transporte de objetos, que nos pueden llegar a generar lesiones si se prolongan en el tiempo y no modificamos la forma de manipularlos.

Para evitar que esto ocurra, es muy importante cuidar nuestra higiene postural. Son pequeños gestos a tener en cuenta que nos pueden liberar de las molestias continúas que podamos padecer. Aquí os dejamos algunos consejos que pueden ser de gran utilidad.

¿Cómo levantar objetos del suelo?

  • Para evitar hacernos daño, mantendremos la espalda recta en todo momento.
  • Nos agacharemos flexionando las rodillas, lo más cerca posible del objeto.
  • Al levantar el peso, activaremos la musculatura de brazos, piernas y abdominales para que sean ellos los que ejerzan la fuerza y el control, evitando saturar cuello y columna.

¿Cómo alcanzar un objeto elevado?

  • Debemos evitar en todo momento alcanzar objetos levantando los brazos. La razón es muy sencilla: el objeto quedaría muy lejos de la columna lumbar, lo cual haría más difícil mantener el equilibrio. Además, tampoco es una posición que le permita a nuestros brazos hacer uso de su fuerza adecuadamente para dar soporte.
  • La opción correcta sería utilizar una escalera para quedar a la misma altura y acercarlo lo máximo posible al cuerpo para poder descender.

¿Cómo dejar un objeto en el suelo?

  • En este caso, haremos el mismo proceso que a la hora de levantar objetos, pero a la inversa. Nos situaremos con las rodillas flexionadas lo más cerca posible del objeto, con la espalda recta en todo momento, activando abdomen y brazos.
  • Un consejo muy práctico a la hora de cómo activar la musculatura de brazos, es imaginar que tenemos bajo las axilas una pelotita que no queremos que se caiga. Nuestra inercia será cerrar las axilas para sujetar. Pruébalo, ¿notas cómo se modifica la posición y fuerza de tus brazos?

¿Cómo trasladar objetos?

  • Como hemos visto anteriormente, siempre hay que mantener el objeto lo más cerca posible del tronco. Podemos ayudarnos apoyándolo en un hombro o sobre la cresta ilíaca (el huesecillo de la cadera), como si portásemos un niño.
  • Si usas bolso, siempre es mejor opción llevarlo cruzado o tipo mochila.
  • ¡Ojo a los estudiantes y sus carteras! Siempre deben ir con los tirantes en ambos hombros, de esa manera se repartirá el peso y evitaremos lesiones o posibles desviaciones de columna.
  • Cuando hagas la compra, distribuye el peso en las bolsas de forma equitativa en las dos manos. Si llevamos carro, siempre es mejor empujarlo que tirar de él.
    Para mover un objeto muy pesado, como puede ser un mueble, lo mejor es apoyar la espalda en él y empujar con las piernas.

Abre tarros antideslizante: el fin de los problemas para abrir los tarros de cocina

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A diario nos encontramos con el mismo problema a la hora de cocinar o preparar el aperitivo: el tarro de las olivas, los espárragos o los garbanzos en conserva se nos resiste. Nos vemos en situaciones de forcejeo y uso de diversas estrategias para ver si somos capaces de abrir e ingerir el tan anhelado alimento.

Todos conocemos diferentes consejos para ganarle la batalla al concienzudo envasado. ¿Quién no conoce la técnica de darle unos golpecitos en la base, para que suelte el aire? O girar la tapa en el sentido del cierre, para después hacer fuerza de nuevo en el sentido de apertura… Y tampoco podemos olvidar el de hacer una pequeña palanca con la punta del cuchillo en el borde de la tapa, para que entre un poquito el aire y se suelte la presión. Todos ellos pueden ser más o menos efectivos, pero también entrañan su peligro (por cómico que suene), ya que podemos generarnos alguna lesión o tirón en la pelea, o sufrir algún corte o daño si usamos algún elemento de ayuda como el cuchillo.

Ventajas de utilizar un abre tarros antideslizante

Por suerte, cada día disponemos de nuevos inventos que nos ayudan a hacernos la vida más fácil. Uno de esos inventos es el abre tarros antideslizante, que nos sirve para facilitarnos la apertura de diferentes tipos de envase. Su forma cónica se adapta a todas las medidas de los tarros. Al estar fabricado en goma antideslizante, genera una gran sujeción al envase, que nos permitirá la apertura del mismo sin apenas esfuerzo.

Este utensilio también puede resultar muy útil para personas con problemas de movilidad o de articulaciones. Este grupo de población es más propensa a sufrir lesiones en actividades domésticas, por lo que es muy recomendable que dispongan de utensilios que les puedan facilitar el día a día. Además de los beneficios de su uso, su bajo coste lo hace un elemento accesible del que puedes disponer en cualquier rincón de la cocina.

Mantenimiento del abre tarros antideslizante

Su mantenimiento es muy sencillo. Se recomienda lavar a mano con un estropajo después de su uso, si el abre tarros antideslizante se mancha con algún líquido o alimento. Si no, podemos lavarlo de forma periódica para su mantenimiento. No se recomienda su limpieza en lavavajillas, para evitar que el material se deforme o desgaste.

Cómo elegir una cama articulada

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Comprar una cama articulada no es algo sencillo, pero es una decisión muy importante. La cama es un elemento de gran relevancia, ya que es donde las personas descansan. Si pensamos que la mayoría de las personas pasan alrededor de un tercio de su día en la cama, podemos darnos cuenta de la importancia que tiene para la salud. Además, la cama articulada cobra aún más importancia si es para persona que pasan casi toda su vida en la cama a causa de alguna dependencia.

La primera clave a la hora de elegir una buena cama articulada es tener en cuenta las características físicas y las necesidades de las personas (físicas o de salud). En el caso de las personas con movilidad reducida (o ancianos), necesitaremos comprar la cama más cómoda y mejor adaptada a la persona. Sin embargo, además de preocuparnos por la salud y el bienestar de la persona que la usa, también debemos escoger una cama articulada adaptada a las necesidades y a la comodidad del cuidador.

Claves para elegir una cama articulada

Otra clave muy importante a la hora de escoger la cama articulada es que esta sea cómoda. En una cama articulada siempre se va a descansar mucho mejor que en una cama normal. El colchón es muy importante en este aspecto y lo mejor que podemos hacer es escoger un colchón visco y con protección antiescaras. Además de buscar la comodidad a la hora de tumbarse también podemos buscar la comodidad de su manejo. Esto lo podemos conseguir con las camas articuladas eléctricas. Una de las facilidades que te puede dar una cama articulada eléctrica es que se puede manejar mediante un mando a distancia. Este método ayuda a las personas con reducción de movilidad a ser más independientes, a tener más autonomía.

También hay que tener en cuenta el tipo de elevación de la cama. Como antes hemos mencionado buscamos la comodidad de las personas y buscamos una cama que se adapte a las circunstancias de la persona. Las camas articuladas hospitalarias son unas de las más demandadas por su seguridad y su comodidad y la facilidad que tienen las personas de salir o meterse en la cama. La adaptabilidad es muy importante. Mediante las camas articuladas podemos cambiar la posición de la cabeza y los pies. Por lo tanto, según la condición física de la persona podemos hacer uso de una u otra posición de la cama.

Dolor lumbar. ¿Cómo prevenirlo y tratarlo?

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El dolor lumbar, o también llamado lumbago, es uno de los dolores que sobre alrededor de un 85% de las personas de nuestra población, sin importar su edad. El origen de este dolor generalmente tiene que ver con el sistema muscular y esquelético de la columna vertebral. Las razones de que este dolor ocurra es una mala postura, una cama incómoda, el levantamiento excesivo de peso, el sedentarismo e incluso factores como el estrés o la ansiedad.

Por lo tanto, este dolor ocurre tanto en personas mayores como en jóvenes y tanto en personas que levantan un peso excesivo como las personas más sedentarias. El estrés diario y las actividades físicas pueden desencadenar este dolor. Sin embargo, en muchas ocasiones se confunde una simple lumbalgia con una hernia de disco. La hernia de disco es una lesión mucho más compleja y generalmente, el dolor de lumbares suele tener una causa mucho más inofensiva y sin demasiadas complicaciones.

Esta confusión suele realizarse la mayoría de las veces debido a que este dolor suele ser muy punzante y agudo e incluso da la sensación de rigidez, como cuando nos quedamos enganchados. Cuando nos quedamos enganchados en una posición inclinada además podemos comenzar a sentir incluso calambres, cosa que intensifica aún más el dolor. El dolor punzante de la lumbalgia se debe a que ocurre un bloqueo en una articulación que hay entre las vértebras, pero también por los calambres y la tensión de los músculos lumbares.

La primera fase de recuperación del dolor de la espalda es adoptar una postura especial en la cama hasta que el dolor desaparezca. Mientras dormimos o mientras descansamos podemos tumbarnos con las piernas en alto (en unos 90º) con la ayuda de unas mantas o cojines. Para mantener la espalda fija y sin torsiones podemos utilizar una faja lumbar. La faja lumbar es muy importante para mantener la espalda saludable y sin dolor y poder seguir con nuestra vida sin que el dolor limite nuestras actividades diarias.

Cuando este dolor ocurre, lo más importante es mantenerse activo y poco a poco realizar las actividades habituales hasta recuperarnos. Podemos hacer uso de algunos antiinflamatorios o analgésicos para paliar estos dolores. Sin embargo, estos medicamentos debemos tomarlos siempre bajo prescripción médica. Si el dolor no desaparece y comenzamos a sentir problemas más graves (parálisis o entumecimiento) es muy importante acudir al médico y comenzar otro tratamiento.

Cómo levantar a personas dependientes del suelo, la cama o la silla

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Levantarse, sentarse, caminar, agacharse, son muchas las actividades diarias que las personas independientes realizamos. No obstante, a persona con una dependencia parcial o total puede suponer un gran esfuerzo e incluso una tarea imposible de realizar. Si somos cuidadores o familiares de estas personas con cierta dependencia necesitaremos conocer las técnicas adecuadas para ayudarlos a levantarse con toda la seguridad posible.

Es muy importante prestar atención a todos los movimientos que realicemos para evitar accidentes y lesiones (tanto en la persona que cuidamos como en nosotros mismos). En caso de cuidar a una persona con una movilidad muy reducida podemos hacer uso de mecanismos de ayuda que nos ahorre el esfuerzo que realizamos al levantar a la persona, que en ocasiones puede ser un esfuerzo excesivo. Los mecanismos que podemos usar son los colchones de aire, las sillas de levantamiento, mecanismos para la evacuación y grúas de transferencia.

Pasos a seguir para levantar a una persona dependiente

Las caídas en las personas mayores o los accidentes en personas jóvenes e incluso circunstancias ajenas a los accidentes o al paso del tiempo pueden hacer que una persona no sea del todo capaz de moverse. Antes de levantar a una persona con dependencia hay que percatarse de que no tiene ninguna lesión que pueda empeorar su situación a la hora de manipularlo. Si no hay lesiones podemos levantar a la persona con dependencia de forma ligera, sin hacerlo demasiado deprisa, ya que, en muchas ocasiones, al levantarnos demasiado rápido podemos marearnos un poco.

Lo más importante es colocar la silla o el andador lo más cerca posible de la cama para realizar la distancia lo más corta posible. Para levantar a la persona con dependencia nos colocamos ante ella con la pierna que tenemos más fuerte hacia delante. Posicionamos las manos en la cintura para agarrar bien a la persona. Es muy importante que, a la hora de hacer el esfuerzo, levantemos a la persona ayudándonos de la fuerza de las piernas y no de la espalda. Tenemos que guardar la postura correctamente.

Por último, te aconsejamos que a la hora de realizar el esfuerzo, no dobles la espalda ni hagas giros o torsiones. Cuando giramos o doblamos la espalda perdemos fuerza. Otro consejo que te damos es que la persona que tiene una movilidad reducida o nula utilice unos zapatos antideslizantes para que sus pies no se resbalen a la hora de moverlo de la silla o la cama.

Lesión del ligamento cruzado posterior

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La lesión del ligamento cruzado posterior, también conocida como lesión LCP es una de las lesiones más frecuentes en personas de entre 20 y 30 años y la mayoría son hombres. En este post veremos como podemos paliar esta lesión y cómo podemos tratarla.

La lesión del ligamento cruzado anterior es un esguince o un desgarro en ese ligamento, uno de los más importantes que hay en la rodilla. Este ligamento se puede lesionar mientras practicamos deportes en los que realizamos movimientos repentinos cambiando de dirección al saltar y caer con los pies. Uno de los deportes más comunes en los que surge esta lesión es el futbol, el baloncesto y el esquí alpino. Cuando los deportistas (o no deportistas) sufren este desgarro notan un chasquido en la rodilla, después notan que la zona se hincha y duele al soportar el peso del cuerpo.

Según la gravedad de la lesión el paciente necesitará descansar y realizar ejercicios para recuperarse de la lesión y mejorar la fuerza y la estabilidad del ligamento posterior. También es posible que el paciente, si tiene una lesión más grave, necesite realizar una cirugía para reemplazar el ligamento desgarrado. Después de la cirugía el paciente necesitará rehabilitación para recuperar la fuerza y la estabilidad en el ligamento. Los síntomas más comunes de la lesión del ligamento cruzado anterior es el chasquido fuerte, el dolor intenso, la hinchazón, pérdida de movilidad e inestabilidad.

Factores de riesgo que precisan del uso de rodilleras

Hay una serie de factores de riesgo para sufrir la lesión del ligamento cruzado y uno de ellos es la práctica de deportes. Por ese motivo es muy importante prevenir que esta lesión ocurra. Para prevenir las lesiones del ligamento es muy importante protegerse de ciertos movimientos que realizamos durante la práctica de deportes. Una forma de protegerse mientras practicamos ejercicios es utilizando rodilleras deportivas. En nuestra tienda online tenemos una gran variedad de rodilleras que pueden darte estabilidad mientras practicas deporte o pueden ayudarte a rehabilitarte de lesiones como la del ligamento.

Para prevenir lesiones mientras practicas deportes como el baloncesto o el fútbol puedes utilizar la rodillera estándar o la estándar abierta. La diferencia entre estas rodilleras es que la abierta tiene una pequeña apertura en la rótula para darte más movilidad. No obstante, las dos te aportarán estabilidad para que no te lesiones mientras haces movimientos de torsión repentinos. Para recuperarte de la rodilla dañada puedes utilizar la rodillera articulada con flejes para más estabilidad.

Como afecta el clima a los huesos y articulaciones

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Es una creencia popular que el frío y la humedad afecta negativamente a la salud de los huesos produciendo reuma y dolores en los huesos, pero esta creencia popular es errónea. En ocasiones se utilizan expresiones como “tener el frío en los huesos” o “me duelen los huesos por el cambio de temperatura”, pero esta creencia no es real, por lo que, si los dolores en los huesos y articulaciones ocurre, debemos acudir a un médico. Sin embargo, muchas personas notan dolencias con los cambios de temperatura. Hoy te explicaremos por qué.

El efecto del frío en los huesos y las articulaciones

Aunque el frío no causa reuma como tal, un estudio realizado a un grupo de 2500 personas por la Universidad de Manchester demostró que las molestias en los huesos y articulaciones ocurría sobre todo en épocas de frío y humedad que en los días calurosos. Esto se debe a que durante las épocas de más frío el líquido sinovial se encuentra más viscoso.

El líquido sinovial es aquel encargado de lubricar las articulaciones y los cartílagos para que no haya dolor por el roce. Cuando el líquido sinovial se hace más espeso, aparecen estos dolores. En cambio, cuando hace calor, ocurre lo contrario: el líquido sinovial se produce en exceso provocando un riesgo mayor de derrames e inflamaciones en personas que sufren reuma.

El efecto de la presión atmosférica

Los cambios en la presión atmosférica también pueden afectar a la salud de las personas. Las bajas presiones, por ejemplo, hace que nuestro cuerpo reaccione alterando los receptores del dolor o la liberación de substancias proinflamatorias intensificando el dolor y las molestias en los pacientes que tienen artrosis y artritis. En pacientes que tienen los cartílagos desgastados este dolor aumenta, ya que son los huesos los que sufren esa presión.

Este efecto tan molesto ocurre sobre todo en zonas más expuestas al frío como las manos, los pies y el cuello donde se pierde el calor y el líquido sinovial se espesa. Otro factor importante es la existencia o ausencia de tejido adiposo. La grasa protege los órganos y las articulaciones de la pérdida del calor. Por lo que, es normal que, en esas zonas, donde apenas hay grasa notemos más los efectos. Para mejorar y evitar estos dolores es muy recomendable el uso de fajas lumbares o aplicar calor en esa zona afectada.

Artrosis de pulgar. Como prevenir o curar.

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La artrosis de pulgar es una enfermedad que afecta el cartílago del pulgar y se debe a movimientos repetitivos que hacemos durante nuestras rutinas laborales o nuestros hábitos de vida. Cuando hacemos esos movimientos se va perdiendo parte del cartílago poco a poco, a causa del roce que se hace entre los huesos.

Síntomas de la artrosis del pulgar

Cuando sufrimos artrosis en el cartílago del pulgar sentimos un dolor o molestia en la base del pulgar, sobre todo cuando intentamos mover el dedo. No obstante, cuanto más movemos el dedo y se calienta la articulación, menos dolor sentiremos. Cuando la artrosis aparece en el pulgar también notaremos una falta de movilidad en ese dedo. Otro síntoma muy habitual de la artrosis del pulgar es que, con el tiempo, la articulación se deforma y vamos perdiendo fuerza en ese dedo.

Como afecta la artrosis del pulgar

A la larga, la artrosis del pulgar hace que perdamos el movimiento de pinza que realizamos con el pulgar y la mano. Esto nos limita a la hora de utilizar las manos, en movimientos como coger un vaso, cerrar un pestillo, subirse los calcetines y otros movimientos muy habituales de nuestra rutina diaria. Estos movimientos, que deberían ser algo habitual y normal, en las personas con artrosis del pulgar suponen un dolor y un esfuerzo fuera de lo común.

Sostener el pulgar y evitar el dolor

La artrosis del pulgar es una enfermedad que no tiene realmente ninguna cura definitiva. Pero lo que sí que podemos hacer es tratar el dolor y frenar un poco la degeneración del cartílago. Una forma de aliviar el dolor en caso de sufrir artrosis en el dedo pulgar es utilizando una muñequera de dedo pulgar. Esta muñequera sostiene el dedo para evitar cualquier movimiento que provoque dolor. Es una forma de aliviar el dolor, aunque es una opción temporal. Sin embargo, es una opción paliativa que nos puede ayudar a desarrollar nuestra vida con normalidad.

La ortesis

El tratamiento de la artrosis del pulgar consiste en la ortesis para limitar el movimiento del pulgar y sostenerlo de forma que ese dolor se alivie. No obstante, el mejor tratamiento para la artrosis es una intervención quirúrgica sencilla. No obstante, también es aconsejable acompañar estos tratamientos de otros tratamientos paliativos que nos ayuden a convivir con la enfermedad hasta que nos operemos. Podemos realizar ejercicios de estiramiento, mejorar las posturas y eliminar esos movimientos que empeoran la situación.