eldespido.com alerta de que una desvinculación mal gestionada puede acabar en juicio, hacerse viral y dañar el clima interno, la marca empleadora y el cumplimiento ESG

En un mercado laboral marcado por despidos masivos, ERE en grandes empresas y pérdida de empleo en sectores clave, la forma en que una compañía comunica y gestiona un despido se ha convertido en un factor determinante para su futuro legal, reputacional y organizativo. Despedir mal ya no es solo un riesgo jurídico: hoy puede también hacerse viral y generar una crisis interna que comprometa la marca, el talento y el cumplimiento ESG (Environmental, Social & Governance).

Según la fundadora de eldespido.com, Rosario Santa María, «el despido ya no puede tratarse como un trámite privado: es un acto estratégico que habla de la cultura de la empresa más allá de la propia compañía». La tendencia es clara: varias decisiones recientes de despidos colectivos en grandes corporaciones españolas -como el caso de Teléfonica- han atraído la atención de medios, sindicatos e instituciones, confirmando que el despido ya no pasa desapercibido. Para la experta en despidos, es evidente que si una empresa comunica mal un despido, se expone a cinco riesgos empresariales clave:

1. Legales, con reclamaciones, demandas y juicios por despido improcedente
Cuando un despido se comunica sin claridad, sin respeto o sin acompañamiento, pueden generarse reclamaciones legales por despido improcedente. Si el conflicto llega a los tribunales, deja de ser privado: se hace público, expone a la empresa al escrutinio social y judicial, genera titulares en medios, y puede suponer costes elevados en indemnizaciones, recargos, sanciones e incluso daño reputacional.

«En la práctica, muchas empresas calculan correctamente los aspectos económicos de un despido, pero descuidan la forma y el modo de comunicarlo. Esta falta de atención al procedimiento, tanto en su vertiente formal como humana, es, con frecuencia, el origen de conflictos jurídicos que podrían haberse evitado. Una comunicación mal gestionada, no solo incrementa el riesgo de una reclamación por despido, sino también, afecta al resto de empleados de la organización, impactando de forma directa en el desarrollo empresarial de esa compañía en cuestión», señala Laura Escamilla, abogada laboralista colaboradora de eldespido.com.

2. De reputacional y viral, con la exposición pública en Internet
Hoy, un despido mal gestionado puede salir a la calle en cuestión de minutos. Redes sociales, plataformas como Glassdoor, LinkedIn o Google Business, e incluso grupos de WhatsApp y testimonios virales, convierten una mala experiencia de salida en una historia pública que daña la marca, la imagen del empleador y la confianza externa. Ese fue el caso de Amazon en 2025, que anunció la salida de hasta 1.200 empleados en Madrid y Barcelona: «La noticia se viralizó y generó un amplio debate social y mediático, lo que ilustra cómo los despidos solo en el ámbito privado ya no existen», explica Santa María.

3. De talento, por el debilitamiento de la marca empleadora
La reputación laboral ya no se mide por lo que dice la empresa, sino por cómo trata a quienes se van. Un despido mal gestionado no solo daña la reputación de la compañía: también afecta directamente a su capacidad para atraer y retener talento. Los candidatos consultan reseñas, contactan con extrabajadores y observan cómo se comunica la salida de personas. Si perciben que la empresa las gestiona de forma fría, deshumanizada o poco ética, rechazan incorporarse a esa organización. Y si una compañía deja de ser un lugar deseable para trabajar, se encarece la rotación, se ralentiza la contratación y, en general, aquella organización se debilita como marca empleadora.

4. De la cultura corporativa, al dañar el clima laboral
El impacto no solo lo sufre quién se va o quién quiere entrar. Un despido mal comunicado también genera temor entre quienes permanecen: «¿quién será el siguiente?», «¿cómo me tratarán a mí cuando me echen?». Esa inseguridad deteriora la motivación, la confianza y el compromiso, afectando directamente a la productividad, la cohesión del equipo y la cultura organizativa. Además, genera fuga de talento, miedo y pérdida de conocimiento.

5. De cumplir con ESG, atraer inversión y demostrar buen gobierno
Por último, y cada vez con mayor peso, la gestión del despido afecta directamente al cumplimiento de los criterios ESG, especialmente en su dimensión Social y de Gobernanza. Inversores, auditores, agencias de rating y grupos de interés analizan cómo una empresa gestiona sus relaciones laborales, no solo durante la contratación, sino también en el momento de la desvinculación. Despedir con respeto, transparencia y acompañamiento ya no es solo una cuestión ética: es un indicador de buen gobierno, sostenibilidad reputacional y credibilidad corporativa ante los inversores y accionistas y ante toda la sociedad.

Para cualquier empresa, diseñar y aplicar un protocolo de salida responsable -con comunicación clara, acompañamiento humano, criterios legales y medidas de apoyo- ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. «Hoy, despedir mal no solo supone un riesgo legal: es un riesgo reputacional, organizativo, social y de talento que afecta a la sostenibilidad de la empresa. Las organizaciones que cuidan cómo despiden, protegen su marca, su cultura y su futuro. Podemos asegurar que una compañía demuestra su verdadera cultura no solo cuando contrata, sino también cuando despide», concluye Rosario Santa María.

Acerca de eldespido.com
Es la primera plataforma en España que aborda el despido como un tabú social y un duelo invisible, ofreciendo una gestión más humana, acompañada y profesional. Fundada por Rosario Santa María, coach y formadora en comunicación, el proyecto reúne a siete mujeres expertas en comunicación, psicología, derecho laboral, coaching y trabajo social. Ofrece servicios integrales para empresas: desde prevenir y comunicar despidos con empatía y profesionalidad, hasta acompañar emocionalmente y facilitar la recolocación de los ex empleados. Su lema, «Por un despido más humano», responde bien a su misión: transformar el despido en un proceso consciente, respetuoso y responsable, que proteja tanto a la persona como a la reputación de la empresa. https://www.eldespido.com