• abril 18, 2016

SILLAS PARA DUCHA

SILLAS PARA DUCHA

SILLAS PARA DUCHA 1024 683 Ortopedia Online de servicios para la salud - Serviasistentes

Sillas para ducha

Un aseo o un baño es un espacio imprescindible en una casa o en cualquier espacio público y su diseño debe permitir el acceso, la movilidad interior y el uso del mismo a todas las personas que puedan utilizarlo, incluidas las personas con discapacidad.

Nos centraremos en las sillas para ducha y en su diseño.

El diseño de sillas de ducha o de sillas para minusválidos destinadas a personas dependientes que requieren de la asistencia de otra persona para realizar su aseo diario es algo muy importante pues hoy en día las sillas de ducha son funcionales y frías, lo que provoca que el hecho de ir al baño no sea lo suficientemente relajante y confortable para el paciente. Y si las sillas de baño no son ergonómicas se pueden provocar cargas estáticas pueden derivar en dolencias en la espalda del cuidador debido a que estos pueden adquirir posturas inadecuadas durante el lavado de la espalda y la zona perianal. Por todo ello hay que diseñar una silla de baño que incorpore un respaldo formado por tiras para facilitar la higiene de la espalda y con la posibilidad de realizar necesidades fisiológicas sobre el wc desde la silla teniendo así una silla wc.

En España hay más de 1.125.000 personas dependientes y se prevé un aumento en los próximos años. Estas personas requieren de atenciones y cuidados especiales, entre los que hay que destacar la higiene personal. En este tipo de pacientes es muy importante esta tarea, necesitando con ello la ayuda de un cuidador y de equipos auxiliares para facilitar el aseo. Entre estos equipos destacan las sillas de ducha que permiten sentar al paciente en ella para proporcionarle el saneado con la ayuda del personal del centro o cuidador. Esta situación es incómoda, debido a la intimidad de la acción, así que se trata de crear una situación agradable y relajante, y de que las sillas para ducha no deben ser puramente funcionales y contemplar un atractivo visual que facilite o genere un ambiente más cálido para ambos usuarios.

Por tanto, a la hora de diseñar una silla de baño se deben marcar unos objetivos:

  • Humanizar la higiene de las personas

  • Facilitar el proceso de aseo y hacerlo lo más sencillo posible de manera que cuidador y paciente se sienta cómodos

  • Mejorar el diseño para que estéticamente sea más atractivo el producto

  • La resistencia de la silla de baño debe ser óptima

  • Facilitar que las piezas de recambio sean fáciles de obtener

  • Optimizar la resistencia del producto

Con estos objetivos marcados se consideran unos criterios que deben cumplirse para el desarrollo de la silla inodoro:

  • Elevación de la silla verticalmente con lo que se reducen las cargas en la espalda del cuidador ya que así se evitan malas posturas.

  • Basculación de la silla hacia atrás del paciente, para mayor comodidad y un mayor acceso a las zonas genitales por parte del cuidador.

  • El reposacabezas debe ser adaptable ya que el uso generalmente es compartido.

  • El reposabrazos debe ser abatible para facilitar la trasferencias del paciente de la cama a la silla de ducha o de la silla de ruedas a la silla de ducha.

  • Los reposapiés más seguros, consistentes en una sola placa por sus ventajas con respecto los reposapiés individuales.

  • Estabilidad evitando con ello posibles vuelcos.

  • Durabilidad para resistir ambientes húmedos y agentes químicos como son los jabones.

  • Diseño envolvente para evitar causar úlceras por presión.

  • La silla de baño debe permitir posicionarse encima del inodoro para permitir al paciente realizar sus necesidades fisiológicas en él.

  • Fácil manejo para no tener que ejercer una fuerza superior a 100 N por parte del cuidador ya que en algunos casos los usuarios pueden doblar el peso de sus cuidadores.

  • El peso máximo del paciente debe estar entre 50 y 120 kg

  • Uso de materiales inocuos, resistentes a ambientes húmedos y antideslizantes en aquellas zonas de contacto con el paciente.

  • Freno permanente incorporado que se desbloquee solo cuando se desee permitiendo el movimiento de la silla y aportando más seguridad y comodidad para el cuidador.

  • Compartimiento para guardar accesorios.

  • Evitar hacer piezas difíciles de accionar con las manos mojadas y también extraíbles puesto que pueden llevar a la pérdida de la pieza.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos obtendremos una silla para ducha más ergonómica, segura y cómoda tanto para el cuidador como para el paciente.